martes, 28 de abril de 2015

Reflexiones ante una despedida.

Texto de Pepe Cerdá.

Curisosa foto, las Hermanas Mercedarias jugando con la nieve en la Residencia.
        Tal vez muchos enguerinos piensen que no es el mejor de los días para saludar de tal forma; pero quiero mantenerlo porque es el mejor de los saludos que aprendí de niño y, además, pienso que, como repetía el Cura cuando yo era monecillo, todos los días son santos y buenos para los que están en gracia y amistad del Señor, y en mi pueblo, en el mundo, son muchos, muchísimos los hombres de buena voluntad (otra forma de decir que están en gracia y amistad del Señor).
No piensen que me marcho del tema; no. Ya sé que hoy mi pueblo –Enguera– se despide de la Comunidad de Religiosas Mercedarias, tan del pueblo como que hace 129 años que están entre nosotros: nos amaron, nos educaron, nos cuidaron… Y pienso que debemos estar alegres por todo lo que hemos compartido con ellas. Es más, el propio Ayuntamiento que las trajo en su día, ¡hoy inaugura un Paseo del pueblo a nombre de las Hermanas Mercedarias! Y, aunque algo tarde, es de justicia.
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